PRIMEROS IMPRESOS
Gutenberg, en su labor
de impresor, creó su famoso incunable cathholicon, de Juan Balbu de Janna. Pocos años después, imprimió hojas por ambas
caras y calendarios para el año 1448. Además, junto a su amigo Fust editaron
algunos libritos y bulas de indulgencia y en particular, aquel monumento de la
imprenta primitiva, la biblia de las 42 líneas, en dos tomos de doble folio, de 324 y
319 páginas respectivamente, con espacios en blanco para después pintar a mano
las letras capitulares, las alegorías y viñetas que ilustrarían coloridamente
cada una de las páginas de la Biblia.
Según las declaraciones
de diversos testigos resulta que, mientras en apariencia fabricaba espejos, Gutenberg se servía de
todos los instrumentos, materiales y herramientas necesarios para la secreta
imprenta: plomo, prensas, crisoles, etc., con el supuesto pretexto de fabricar
con planchas xilográficas de madera unos pequeños devocionarios latinos de
título Speculum que eran fabricados en Holanda y Alemania con los
títulos de Speculum, Speculum humanae salvationis, Speculum vitae humanae,
Speculum salutis, etc. Pero algunos declararon que con el pretexto de
imprimir espejos, "Gutenberg, durante cerca de tres años, había ganado
unos 100 florines en las cosas de la imprenta."

Años más tarde y hacia
1500 la situación social cambiaba en alemia y una
guerra civil hizo que en manguncia los impresores huyeran para evitar caer dentro de la
guerra. A los impresores les costó mucho guardar el secreto y los talleres de
imprentas se esparcieron por toda Europa.

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