viernes, 31 de julio de 2015


        DIFUSIÓN DE LA IMPRENTA
Desde su invención, la imprenta se convirtió en una verdadera industria, extendida desde Maguncia a otras localidades alemanas y europeas. Al finalizar el siglo XV, había llegado hasta 250 ciudades.
El primer país en establecerse la imprenta después de Alemania fue Italia, concretamente en el monasterio benedictino de Subiaco, cercano a Roma. Los introductores fueron los alemanes Konrad Sweynheim y Arnold Pannartz, discípulos de Schöffer, quienes crearon un tipo de letra llamada romana, más fácil de grabar y leer que la gótica. Venecia se convirtió en el primer centro tipográfico de Italia, en el que Juan de Espira montó la primera imprenta incunable (1469). Sin embargo, el impresor veneciano más importante fue Aldo Manucio, a quien se debe la publicación de casi 130 ediciones, en torno a 1500, de la mayoría de autores clásicos griegos y latinos.
 De todas ellas, hay 27 príncipe o princeps, términos que se utilizan para designar las primeras ediciones de libros antiguos. Italia llegó a tener 70 ciudades con imprenta y, de ellas, sólo Venecia produjo más de 4000 incunables.
Cronológicamente, el tercer país fue Francia (1470) por iniciativa de algunos profesores de la Sorbona que llamaron a tres impresores alemanes, Freiburger, Gering y Krantz, para que instalaran un taller en la propia universidad con el fin de elaborar textos necesarios para la docencia. En el siglo XV, hubo 40 ciudades francesas con imprenta, aunque los tres centros tipográficos fueron París, Lyon y Rouen. En general, utilizaron los caracteres góticos igual que en Alemania.
Los Países Bajos introdujeron la imprenta más tardíamente y, probablemente, los primeros libros se imprimieran en Utrecht con diferentes variantes de letra gótica y, especialmente, la gótica redonda. El más famoso de los impresores flamencos fue Colard Mansión de Brujas que introdujo la imprenta en su ciudad (1471).
La imprenta en Gran Bretaña tuvo escaso desarrollo en el XV. La primera imprenta estuvo en Westminster (1476), donde se estableció WILLIAM CAXTON, un comerciante de paños formado en el arte tipográfico en Colonia y Brujas.
En ESPAÑA, la imprenta se introdujo con cierto retraso, debido quizás a la situación periférica de la Península. Sus inicios son aún dudosos en cuanto a fechas e impresores, aunque probablemente los primeros introductores de la misma fueran alemanes venidos de Italia.




Actualmente, se acepta como primera obra impresa el Sinodal de Águilafuente, incunable conservado en la catedral de Segovia y atribuido a JUAN PÁRIX DE HEIDELBERG. Este incunable no contiene colofón ni dato tipográfico que atestigüe su fecha, pero se supone realizado a finales de 1472, año del Sínodo celebrado en dicha localidad castellana.Durante el siglo XV, 26 ciudadesespañolas dispusieron de imprenta, de las que salió alrededor de un millar de ediciones. Destacaron algunas como Valencia, Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Salamanca, Toledo, Valladolid, Burgos o Zamora.

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